Componentes nutricionales del Kéfir
El Kéfir tiene una flora microbiana muy rica, es decir, un ecosistema de bacterias y levaduras con un valor nutricional muy alto. Al ser una cepa probiótica, en su interior hay miles de seres vivos microscópicos. Estos seres son los que producen la fermentación y los que aportan beneficios a nuestro cuerpo.
Composición del Kéfir
Dentro de esos miles de seres vivos probióticos que hay en el Kéfir, podemos diferenciar 2 grandes grupos de compuestos: las bacterias y levaduras y las vitaminas y minerales.
Bacterias y levaduras beneficiosas
Sí, existen bacterias y levaduras beneficiosas. Y el Kéfir, tiene muchas de ellas. Si empezamos
por las bacterias, esta bebida fermentada tiene las principales bacterias del denominado grupo lacto. El Kéfir tiene como principales especies de bacterias las denominadas “grupo lacto”:
Lactococcus lactis subsp. Lactis
Lactobacillus delbrueckii subsp. bulgaricus
Lactobacillus helveticus
Streptococcus thermophiles
Lactobacillus casei subsp. pseudoplantarum
Lactobacillus brevis
En el caso de las levaduras y hongos, el kéfir contiene:
Kluyveromyces marxianus var. lactis
Saccharomyces cerevisiae
Candida inconspicua
Candida maris
Además, durante la fermentación, el Kéfir también libera Kefiran. El Kefiran es un azúcar compuesto a base de glucosa y galactosa que se libera de los granos de Kéfir y tiene muchos efectos saludables como combatir la hipertensión o defender nuestro cuerpo de los microbios.
Vitaminas y minerales
A parte de las bacterias y las levaduras, el Kéfir también contiene niveles muy altos de vitaminas y minerales.
Es rico en calcio, magnesio y fósforo que son imprescindibles para fortalecer nuestros
huesos.
También cuenta con vitaminas del grupo B: B1, B5, B7, B8, B9 y B12. Estas vitaminas son indispensables para transformar los azúcares y para la metabolización del oxígeno.
El kéfir también contiene vitaminas A y K que, entre otras cosas, contribuyen a la salud
ocular.
Una combinación perfecta
El kéfir tiene una flora microbiótica muy rica en probióticos, vitaminas, minerales, bacterias y levaduras. Por eso, aporta tantos beneficios a nuestro organismo como por ejemplo:
Equilibrar y regenerar tu flora intestinal.
Activar tu sistema inmunitario.
Fortalecer tus huesos.
Proteger el organismo de toxinas y alergias.
Disminuir la presión arterial y las concentraciones de colesterol
malo.