¿Pero qué pasa con la fermentación?
¿Pero qué pasa con la fermentación?
Desde el yogur del desayuno hasta el kimchi para cenar, los alimentos fermentados están en boca de todos y se conciben como los grandes héroes de la salud intestinal. Analicemos todo el proceso para averiguar si es se trata sólo de descomposición o si realmente es bueno para el sistema digestivo.
La fermentación es el proceso mediante el cual las bacterias, las levaduras u otros microorganismos descomponen azúcares y carbohidratos. Dicho proceso produce distintos ácidos, gases o alcohol. En nuestro caso, se trata de la transformación de leche fresca en alimentos y bebidas saludables realizada mediante cuatro fermentos y bífidus. Descubre cómo:
La ordeñamos
Preparamos un tanque de leche pasteurizada, que incluye de forma natural proteínas y lactosa, el alimento preferido de muchas cepas bacterianas.
Añadimos cultivos
Añadimos dos «cultivos de arranque» a la leche —lactobacillus bulgaricus y streptococcus thermophilus— para comenzar la fermentación.
Subimos la temperatura
Calentamos la leche a 37 °C. Así, las bacterias comienzan a alimentarse de la lactosa, que se convierte en ácido láctico.
Las bacterias se multiplican y cambian
Las bacterias se multiplican y el ácido láctico disminuye el pH de la leche, lo que aporta textura suave y cremosa a nuestros productos.
Beneficios en la digestión
Tomas un delicioso Activia con bífidus, que es beneficioso para tu salud intestinal.